Impotencia en San Mamés

El pasado domingo asistí por primera vez en la temporada a San Mamés. Primero mi lesión en la pierna que me impedía acceder a mi butaca y después, los horarios con los que nos premia mediapro esta temporada, me habían dejado sin ver este nuevo proyecto de equipo.

No soy de ver partidos en la tele, no me gusta, me aburro, intenté ver el Athletic - Atlético de Madrid y reconozco que vi la primera parte, 0 a 0 y me fui a la cama, los comentaristas de la Sexta, mediapro al fin y al cabo, me parecen obscenos en sus comentarios obscenos contra el Athletic y su afición y creo que el tal Esteve, debería limpiarse la boca antes de decir nada de nuestro Athletic o de su afición, aunque fuera un elogio. Total, que me perdí la goleada.

Me pareció un equipo que buscaba la posesión y con un robo de balón rápido, pero a su vez, un tanto endeble en defensa, cosa que por otra parte, no es un problema nuevo.

Por tanto, casi iba virgen a San Mamés. No tenía un criterio de Bielsa y su famoso método.

Vamos al grano, tras el empate con el Barça, jugándole de tú a tú, a mi parecer injusto, ya que por lo oído y visto, el Athletic mereció la victoria, y la victoria de la anterior semana en Sevilla, tras 18 años sin ganar allí, esperaba un gran partido el domingo.

Ya desde el comienzo vi un equipo sin ideas, con un Iturraspe fallón, con Javi Martínez de central, fuera de su sitio y un tanto acelerado, con Susaeta con el punto de mira desenfocado y con Llorente en una isla. El resto, ni fu ni fa. No difería mucho del Athletic que me solía encontrar con Caparrós. Algo era diferente, descubrí a un Oscar de Marcos jugón, incansable y con hambre de todo.

Marcó el Granada, a mi parecer un golazo, pero también con un fallo en la marca considerable. Y el Granada hizo su partido, el portero perdía tiempo, los cambios se demoraban hasta el infinito, los jugadores se tiraban al suelo para perder tiempo, por lo que comentó un socio, el estilo Fabri (entrenador del Granada) al máximo.

Impotencia, eso es lo que vi y viví desde el minuto 60. Impotencia que reconocí enseguida, impotencia que era la de otras veces. Al final, el partido terminó con pelotazos al área contraria a ver si pillaba Llorente una, la peinaba y pescábamos algo. Con Amorebieta de extremo y Javi Martínez acompañando a Llorente.

A mi juicio, fallo de Bielsa en los cambios, pero ya se sabe que todos llevamos un entrenador dentro y en los campos hay tantos entrenadores como espectadores acuden a a ver el partido. Eché de menos a Toquero y sus ganas. En otro partido lo veré.

Aquí está la primera crónica.

Salu2

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