Plaza Bizkaia

Este domingo me levanté como cada domingo para trabajar. El sábado tuvimos la boda de Diego y Miriam y el despertar fue totalmente resacoso, tengo demasiados años para tomar copas, creo que definitivamente no pasaré del vino y la cerveza, ;-), aún así, como marca la obligación no me pude escaquear. A media mañana, entre carga y carga de datos, me conecté un poco al correo digital y lo ojeé un poco.

Creí leer el accidente de una niña en la recién inagurada plaza Bizkaia. Sin embargo, debido a mi estado de hibernación, se me olvidó muy rápido.

Hoy a la mañana he escuchado la noticia de que se va a vallar la fuente de niebla. Así que al parecer, no estaba tan mal el domingo.

Como ya he comentado, se va a vallar la fuente definitivamente.

Creo que en general se crean psicosis con el tema de la seguridad de los niños innecesarias, nosotros nos hemos caído mil veces y no ha pasado nada, nos hemos abierto la cabeza, roto partes del cuerpo, etc ... al tropezar con mobiliario urbano o resbalar por el estado lamentable del piso de algunas calles y sin embargo a ningún padre se le ocurrió denunciar al ayuntamiento.

Sin embargo, lo que me jode y me pone de muy mala ostia son estas declaraciones "
No obstante, Riaño recordó que se trata de una «fuente pública, no de un parque infantil». El responsable municipal indicó que existen zonas específicamente pensadas para niños de esa corta edad en otros puntos de la ciudad."

Vaya, que es peligroso pero es lo que es.

Como técnico en PRL, no lo ejerzo pero si que tengo amigos que lo hacen, le diría al señor Riaño, que a nosotros no nos vale cada vez que hay un accidente o incidente con decir, que estaba clarísimo que el operario no debía haber metido la mano en esa sierra, los dedos en esa prensa hidraúlica, el cuerpo en esos rodillos, ... Hay que prever todos los riesgos y lo que no se puede hacer es gastarse 3 millones de euros en la remodelación de la plaza y no haber previsto que en esa fuente podía entrar alguien, aunque se aun niño.

Lo peor de todo es que se pondrá la valla, se pactará una indemnización para los padres pero aquí, como siempre, nadie pagará el pato.